.06: sorpresas de la vida.

Me puse a revisar los posts que hice en un blog que tuve con este mismo nombre a principios del año pasado (podría haber puesto "en este mismo blog", pero no es exactamente lo mismo ahora que antes), y me encontré con esto:

15 de marzo de 2007:
Cada tanto, dos o tres meses, me llama mi ex. Terminamos muy mal la relación, pero ella insiste en mantener el contacto. Entonces llama. Hablamos nimiedades, un par de cosas importantes, y promete vernos en algún lugar, y siempre termina avisandome antes que no va a poder ir por tal o cual cosa.
Así va la mano, ya no estamos juntos, no tengo ningún interés en estar con ella de vuelta, pero ella llama. Qué busca, no sé.
Me gustaría algún día levantar el tubo y decirle "NO SIGAS LLAMANDO, NO QUIERO HABLAR CON VOS DE VUELTA, NO ME INTERESA QUE TENGAS PARA DECIR" pero siempre termino escuchandola, hablando, comentando, diciendo que pienso sobre ciertos temas.
Estoy dejando una puerta abierta, y no entiendo por qué, si no la pienso cruzar.


Bueno, de eso pasó un año...hagamos un update:
Finalmente dejamos de hablarnos, poco después de ese post perdimos todo contacto porque le dije justamente que no quería ningún contacto, y a pesar de que vivimos a dos cuadras de distancia nunca me la topé yendo a la facultad o a la estación a comprar algo (quedan por el mismo camino que su casa, y ella va a esa estación a comprar cosas).
Este verano, hace menos de un mes, estaba sentado con Val (mi novia) en La Paloma, en las escaleras del ciber donde trabaja, y va entrando al ciber nada más y nada menos que mi ex. No me paré a saludarla, pasó medio de largo, nos saludamos con un "hola", "hola", ella dijo un "¿cómo andas?" y se metió al ciber. Pero la sorpresa de habermela encontrado en el lugar menos pensado es que estaba embarazada. Si, embarazada, y bastante grande la pancita. Fue bastante...bizarro ese momento, considerando que es una mina que conocí bastante bien y que tiene mi edad y eso, y ya embarazada, por formar familia y criar a una personita...Todavía no me entra en la cabeza.

.05: Estadísticas.



Estadísticamente hablando, si vives con 5000 pesos y solo sueñas con tener un auto, y tu vecino gana 50000 pesos y tiene dos autos, eso significa que ganas en promedio 27500 pesos y que tienes un auto.
Parece choto, pero no lo es, porque cada día que pasa los diarios y el gobierno de turno te tiran cifras y cifras diciéndote que todo está bien, o que, "en términos generales", todo está bien. PENSA POR VOS MISMO:
  • Cuando te vienen a decir que el desempleo aumenta, pensalo bien, porque en Montevideo hubo una manifestación de hurgadores reclamando su derecho a revolver la basura como quieren, sin cumplir con ninguna norma sobre sus carritos. Y la cifra de hurgadores supera los 5000. Patético, irrisorio para una nación que se tilda de seria.
  • Las estadísticas consideran como empleo haber trabajado por lo menos una hora la semana pasada. Que me disculpen los convenios internacionales entre economistas, pero eso no es trabajar.
  • Si te dicen que los empleados públicos y los privados están más equiparados, abrí los ojos: en ADEOM, encima que tienen la cuota mutual gratis ahora por el nuevo sistema de salud, y que se extiende para sus hijos, quieren conservar una partida de 1200 pesos extra, que se pagaba cuando no tenían la cuota mutual ya cubierta, y se aferran a eso con uñas y dientes, manifestaciones y "luchas" incluídas.
Las cifras son datos, no mienten, pero hay que ver como están hechas antes de asumir que son un reflejo de la realidad. Y siempre que haya un dato que muestre que las cosas van mal, quien quiera demostrar que en realidad están bien encontrará la manera de hacerlo. He dicho.

.04: Tiempo para pensar.


Cuando las personas están de vacaciones, tienen más tiempo para pensar en ellas mismas. Pero no me refiero a pensar en sí mismas, en su vida, en su futuro y en su realidad, si están consiguiendo lo que quieren de su vida o no. Todo eso pasa, pero no me refiero a eso.
Me refiero a cómo notamos más las cosas que hacemos: nos juntamos, hablamos de la comida, comemos hablando de la comida. Vamos a salir, hablamos de salir, hablamos del lugar al que salimos mientras vamos y estando en él. Decidimos que vamos a hacer mañana, cómo llenar ese día, y hablamos de lo que vivimos. Hablamos de todo eso que hacemos y somos completamente conscientes de ello.
En la rutina habitual, en el día a día, no nos detenemos demasiado a pensar qué comemos, no nos detenemos a pensar en con quién estamos, ni pensamos qué vamos a hacer mañana (casi siempre lo sabemos de antemano), son cosas que damos por sentado y seguimos viviendo sin fijarnos demasiado en cómo lo hacemos.
Muchos hablan de las vacaciones como un tiempo para encontrar la paz, las cosas buenas de la familia, o la diversión de las noches de alcohol y amores pasajeros. Y es todo eso, pero me parece que más allá de todo eso es el tiempo donde nos damos cuenta de cómo vivimos, y esencialmente, de que estamos vivos.

.03: Mar de fondo


Hace un par de noches me bañé en el mar. De noche.
Fue el primer día de mis vacaciones en La Paloma, y de noche y, aunque no estaba especialmente caluroso, decidí meterme al mar como hacía ya bastantes años que no hacía.
No había un alma en toda la playa, y estaba completamente oscuro. El mar estaba algo picado, pero nada por lo que preocuparse. Sin embargo, al rato me invadió el miedo. Si, me siento un poco pelotudo diciéndolo, pero estar solo metido en el mar a las doce de la noche me dio bastante miedo (y estaba sobrio, ojo, eso es importante, en pedo cualquiera hace cualquier cosa). La noche anterior había mirado "El amanecer de los muertos" y estaba bastante sugestionado, pensando que en cualquier momento me salía un zombi en una ola y se me prendía en un brazo. Me acordé que los zombis no se metían al agua en la pelicula, pero no fue suficiente para que se me fuera ese miedo (SI, me cago mucho con las películas de terror, maldita mi imaginación).
A los diez minutos salí y me fui a bañar a casa. Sentir tanto miedo podrá haber hecho que me sienta vivo (adrenalina, claro) pero a partir de ahora que alguien me acompañe y me espere afuera mientras me baño. Y que los zombis empiezen por él.