.08: Disociación.

El principal problema, el Gran Obstáculo, es que todo lo que hace a tu vida diaria está de alguna manera trastocado por la otra persona: las calles y las veredas que recorrían, los momentos del día en que se juntaban, las salidas a esos bares y a esos bailes, los cafés que compartían en una tarde cualquiera solo por darse el gusto. Todo eso sos vos, pero sos vos y el otro, formaba parte de un “nosotros”.
Y eso complica mucho las cosas: las razones por las que se termina son siempre claras para uno o para ambos, pero con el paso del tiempo separarse no se limita al hecho puntual, sino a todo lo que pasa después: cuando las cosas dejan de ser sencillas y las razones y las pulsiones empiezan a chocar frente a frente, el choque entre un presente inmediato y un futuro incierto.
Y la duda de si se puede volver atrás se convierte en un agujero negro en la mente que empieza lentamente a consumir todo lo demás, incluso a la lógica y al sentido común, y tratar de no pensar es contraproducente, porque te empiezas a sentir mal sin saber bien por qué.

Pero un día cualquiera te pasa que escuchas una canción vieja que te lleva a cuando todavía no estabas con la otra persona y podías ser feliz, o por lo menos lo intentabas, o ver una película o a un viejo amigo, e incluso hablando con tus padres en tu casa te das cuenta de que hay cosas que nunca podrá trastocar el otro, que son solo tuyas y que hablan de ti. Es ahí que empiezas a ver un poco de luz, empiezas a respirar sin barro en los pulmones ni tenazas en cada músculo.
En definitiva, todo el tiempo intentamos ser lo mejor que podemos ser, y bien o mal vamos viviendo. Nunca se vuelve atrás, siempre es un nuevo comienzo, ya sea porque existe una segunda oportunidad, o porque no.

5 gotas del charco:

JuanT dijo...

Sincericidio.

MartínR dijo...

OH!!! Lo tuve que leer varias veces, porque al principio me parecía muy enredado, pero luego resulta sencillo, y muy comprensible, y me dí cuanta de que es muy cierto lo que decís.

Piyuj dijo...

Yo prefiero el día en que escuchas una canción, que antes era de "nosotros" y ya no se te hace un nudo en el estomago, sino una sonrisa en la cara. Aunque debo admitir que esos momentos son buenos también.

Saludos
Piyuj

Laura Junowicz dijo...

es poder verse la mano sin ver la del otro
reencontrarse con los dedos
con el aire que pasa entre los dedos

Anónimo dijo...

Ya, pero también no es solo que lo del otro se entremezcle con lo tuyo, sino que uno va dejando que el otro entre en su vida, y por eso es que duele.

Igual ya se que estoy comentando posts viejos, pero es que me gusta leer los blogs que me gustan de pe a pa, y este recién lo descubro.